jueves, 9 de junio de 2011

Y por fín, oficialmente mi primer año de bachiller acaba.
Que sí, que empieza el verano, y todo el mundo parece estar muy contento de poner fin a las clases, pero yo no. Y no, no es porque me haya quedado una, que ya ves tú, es tan sólo una de X asignaturas, es que me da miedo.
Cada año se conoce a gente nueva y se pierde a gente conocida, y pues sinceramente no se que es lo que en realidad prefiero.

Este año, he aprendido a sumar, restar, multiplicar y dividir logaritmos. He aprendido lo que pensaba Rosseau y Hobbes sobre el estado de naturaleza. Me he leido el famoso libro de Tirant Lo Blanc, por primera vez he aprendido de verdad como hacer una sintaxis en condiciones, he aprendido las difirentes teorías que hay respecto a la creación de la tierra, he aprendido a hacer la pasiva en inglés, he aprendido que en Londres, la vida tampoco es tan distinta que aquí, excepto por las calles sin papeleras y la prisa que siempre lleva todo el mundo, sin contar los breves horarios que tienen, he aprendido por fin, que so, significa así que en inglés, he aprendido lo que es un directo, un croche y un apple. Y he podido aprender mil cosas más, que como casi todo, acaba siendo olvidado hasta que llega el momento en el que tienes que recordarlo otra vez.

Pero sin poner empeño, sin necesidad de abrir un libro y estudiarlo de memoria, simplemente, levantándome todos los días por la mañana a las 7, he aprendido que las cosas nunca son permanentes, que cambian, que se modifican, y que no siempre nos gusta la evolución.

Creo, que con lo único que me quedo de este año, es con los buenos momentos que he pasado a tu lado, y el año que vienen, me quedaré con los buenos momentos siguientes, porque si hay algo de lo que estoy segura, es de que contigo, no voy a dejar que pase como con todo.