lunes, 28 de mayo de 2012

domingo, 13 de mayo de 2012


En el fondo, a todos nos gusta pensar que somos fuertes. Que vamos a poder con todo lo que nos venga encima, que pudimos con lo de ayer y que podremos también con lo de mañana. Pero más en el fondo, todos sabemos que eso no es verdad. Porque ser fuerte no consiste en ponerse una armadura antirrobo ni en esconderse detrás de un disfraz; ser fuerte consiste en asimilarlo. En asimilar el dolor y en digerirlo, y eso no se consigue de un día para otro, se consigue con el tiempo. Pero como por naturaleza solemos ser impacientes y no nos gusta esperar, escogemos el camino corto. Si, a todos nos gusta disimular los golpes, sonreír delante del espejo y salir a la calle pisando fuerte, para que nadie note que en realidad, lo que nos pasa de verdad, es que estamos rotos por dentro. 
Tan rotos que ocupamos nuestro tiempo con cualquier estupidez con tal de no pensar en ello, porque el simple hecho de pensarlo hace que duela. Pero a veces, bueno… a veces tienes que darte a ti mismo permiso para no ser fuerte, bajar la guardia y darte una tregua. Está bien bajar la guardia de vez en cuando. No queremos hacerlo porque eso supone tener un día triste, uno de esos viernes que saben a domingo, un día de esos que duelen, de recordar y echar de menos. A los que ya no están, y a los que están, pero lejos. Sin embargo, hay momentos que es lo mejor que puedes hacer: darte una tregua. Eso no nos hace menos fuertes; eso es lo que nos hace humanos.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Las personas, ahora, camuflan lo que sienten. Regalan sonrisas y marcan las miradas. Seleccionan los momentos con una fecha. Dejan las historias sin final. Olvidan lo que sienten antes de que les dé tiempo a saberlo. Ahora, se dice "te quiero" como quien dice "hola". Los besos se regalan, y los calentones en cualquier parque a cualquier hora de la tarde son rutina. 


Si eso les llena...vale, pero eso no es para mí. Y, joder, cuando te digo "te quiero", es porque te quiero, de verdad, sin contratos, sin papeles, sin interés, y con todas las consecuencias que conlleva hacerlo. 

Supongamos que cada mañana al levantarte te encuentras con 1.440 euros, sin hacer nada para ganarlos, sin esfuerzo alguno. Puedes regalarlos, gastarlos, diviértete con ellos o quémalos. La única condición es que los que no uses, al final del día desaparecerán. Así funciona la vida. La diferencia es que esos 1.440 euros, en realidad son 1.440 minutos. Piensa bien qué vas a hacer con ellos. Los que no uses, se perderán.


martes, 1 de mayo de 2012

Apenas llegó, se instaló para siempre en mi vida. No hay nada mejor que encontrar un amor a medida


martes, 31 de enero de 2012

y hoy, en el día de la paz..

Ya no sé qué hago mal, o si es que lo hago todo mal. Y muchas veces, no me veo capaz de sobrellevar esta situación, no en serio. Aquí donde me veis, aseguro ser la chica más sensible que podréis conocer, y me han mal acostumbrado a llorar delante de la gente. Juro que hay veces que me gustaría sacar la fuerza que tengo, y que sé que está ahí para poder decir NO, hoy no lloras, hoy NO te muestres inferior a las demás... pero siempre hay una fuerza superior que me lleva por detrás...
No quiero pensar que todo se está yendo a la mierda, y mientras lo estoy escribiendo una lágrima me recorre la mejilla izquierda, porque no quiero, y no puedo imaginarme una vida alejada de lo que ha sido durante mucho tiempo, mi nueva vida, y a la que me costó mucho acostumbrarme.
Ahora... ahora que supuestamente todo debería ser tan fácil... ¿por qué cuando damos el paso difícil, se nos va la vida intentando complicar más las cosas?
¿Queréis saber cual es la razón por la que muchas veces, no puedo defenderme, y demostrar al mundo lo fuerte que soy?, porque le quiero... porque diga lo que diga en momentos así, le sentará mal, y sólo y únicamente me queda la opción de quedarme callada y pensar.. ¿será hoy cuando acabe todo?, o quizás... ¿cuántos días vamos a estar sin hablarnos esta vez?. Joder, que tengo miedo de perderle. Que me he acostumbrado tanto a estar con él, que sé perfectamente que si un día, ya no está, medio mundo, por lo decir un 75% de él, dejará de tener sentido... y mientras tanto... no me quedará otro remedio que estar esperando algo que no llegará durante toda mi vida, porque nunca habrá nada que logre superar esto, y lo tengo tan claro, que daría mi vida ahora, con 18 años, para asegurar que con toda la vida que me queda por delante, NADA, será igual que esto. Y es así... lo sé.
Y ahora, mientras escribo todo esto, envidio a todas aquellas personas que están en su casa, perfectamente, sin preocupaciones, sin peleas, viviendo simplemente del día a día y sin pensar que pasará en un futuro. Envidio a todas aquellas personas con las que me peleé y a las que todavía tengo tirria, por pensar en algún momento de mi vida "te arrepentirás de lo que hiciste", y me da miedo que esto sea a lo que yo misma me refería...
Supongo que todos siempre somos ciegos en algún momento de nuestra vida, o... la mayoría de las veces vemos las cosas como son en realidad pasadas unas horas... pero yo no puedo esperar tanto. Necesito, que algún día dejes de lado esa parte izquierda que le ves a todo lo que hago, y me muestres un poquito de consolación, en serio, hace mucho que no tengo un gesto así por tu parte, y es que quizás, es de que la confianza da asco algunas veces, puede ser cierto.
Ahora, para dejar de lado todo este mal estar que siento dentro y del cual sé que no me recuperaré fácilmente debido a la intensas semanas que me esperan, me quedaré esperando algo tuyo que me ayude a salir adelante.

miércoles, 10 de agosto de 2011

siempre he sido una niña con muchas manías, y a veces me cuesta aguantarlas a mi también, y yo también, por increíble que parezca, me agobio hasta conmigo misma...
pero una de las peores cosas que me ha llegado a identificar, ha sido que con todo me agobio muy rápido, y aunque muchas veces he encontrado el por qué de tal reacción y me ha parecido coherente, espero no tener que buscarlo esta vez...

viernes, 5 de agosto de 2011

Hacía tiempo que no te veía sonreír, y cuando 
hablas de él se te escapan las sonrisas


jueves, 4 de agosto de 2011

Con el tiempo comprendes que sólo quién es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.


No he elegido sentirme la chica más afortunada del universo simplemente porque existes, ni tampoco ser la envidia de muchas chicas que sueñan con encontrar a alguien como tú, vivir algo como esto. Tampoco elegí el día, ni el mes en el que apareciste. No elegí ni siquiera pensar en tí cada instante. Tampoco elegí tu risa, ni que me mires así, con esos ojos que me lo dan todo.


No he elegido que se me revuelva el estómago cada vez que hablan de ti, ni que cada suspiro que doy sea por y para tí. No he elegido tampoco los cabreos, los abrazos, ni los besos, ni desear besarte cada segundo de mi vida. No he elegido necesitar tus abrazos, ni echar de menos tus labios.. Pero también quiero que sepas algo, si pudiese haberlo elegido, te hubiese elegido a tí, que no te quepa la menor duda.