Supongo, que todas las personas tienen un momento en su vida en el que notan un cambio repentino. En el que sin saber por qué, de la noche a la mañana, empiezas a plantearte cosas, a ver las cosas de otro punto de vista, a entenderlas con más conocimiento.
Y es que crecer, significa vivir. Cuando eres pequeño, crees que el mundo se acaba cuando no le gustas a ese chico, parece que te vas a morir de la tristeza, que nunca encontrarás a nadie mejor, y que no podrás soportar cuando este con tu mejor amiga, pero todo eso se te pasa cuando ese chico se acerca a ti a pedirte un boli, un papel, o a preguntarte si quieres jugar...
Cuando eres adolescente, te das cuenta de lo que era todo eso, y entonces es cuando vienen preocupaciones más grandes, más graves. Y llega el miedo, y llega la inseguridad, la vergüenza..., dicen que ser padre no es fácil, y supongo que no lo será, pero ser adolescente tampoco lo es.
Cuando eres adolescente, tienes que aprender a controlarte, a no tener impulsos, a no temer, a no sufrir. Tienes que aprender a ser más fuerte para que personas ajenas no te hieran. Lo cierto es, que una persona no se hace más fuerte de la noche a la mañana. Una persona aprende a controlar sus lágrimas cuando están pidiendo a gritos salir, una persona aprende a no hacer caso de la persona que intenta herirlo, una persona aprende a aparentar estar bien, cuando en realidad no lo esta, una persona, aprende a pintarse sonrisas... pero cuando llegas a tu casa, y te encuentras sola, vuelves a ser esa persona vulnerable, vuelves a perder las fuerzas, y las lágrimas que tanto has retenido por fin logran salir...
Y es que, cuando eres adolescente, tienes que aprender a levantarte, a salir adelante, aunque para ello te caigas tantas veces que se te desangren las rodillas, y para ello, nunca viene mal que antes de levantarte, te estén tendiendo la mano para apoyarte y coger impulso...
Sé que no es lo mismo, pero un adolescente, también necesita de abrazos, de caricias, de cariño... como cuando eres un niño y solo un beso de tu madre logra quitarte esa gran pena que tienes...
Al fin y al cabo... nunca dejamos de ser niños...
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